Tres máximas de Ptahhotep La Escuela Iniciativas Culturales
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Las máximas de Ptahhotep, considerado uno de los libros más antiguos del mundo, son una colección de proverbios morales de un administrador egipcio que, recogen la sabiduría de su civilización (año 2.400 a.C.)

Humildemente dedica su vida a la inalcanzable sabiduría, “… no te vanaglories de tu conocimiento… no hay artesano que haya adquirido su perfección”; afirma que todo está bajo el control de Dios, “Las tramas de los hombres no prevalecen. El mandato de Dios es lo que prevalece” y que para ser justo es indispensable autocontrolarse.

Veremos su pensamiento sobre la familia, la verdad y la moral, para tener una visión del mundo social, político y ético de la sociedad egipcia antigua.

TRES MÁXIMAS DE PTAHOTEP

A Egipto, que viene del griego Aegyptos («Mansión del Espíritu de Ptah», antiguo nombre de la ciudad de Menfis, siendo Ptah la divinidad constructora o plasmadora y Ptahhotep la plenitud de Ptah), los egipcios le llaman Kemet o tierra negra.

Normalmente la moral se concibe como una vía de acceso a lo religioso, a la unión con el misterio de lo Divino – La Creación. En Egipto, la religión es tan fuerte que de ella se desprende una moral natural que no separa las actitudes humanas de la Justicia Divina.

Esta religiosidad en Egipto estaba relacionada con las escuelas de misterios. Los misterios son grados de conocimiento o desarrollo de la conciencia en el conocimiento de lo Natural y su sentido. Los pequeños misterios promueven el desarrollo integral del estado humano, el dominio de la individualidad (la personalidad) y los grandes misterios van, más allá de esa individualidad condicionada, hasta lo incondicionado o la liberación final en la Identidad Suprema. Una realización horizontal sobre la tierra y otra vertical a través de los cielos.

A la V Dinastía, del faraón Isesi, pertenecen estas máximas o consejos del sabio Ptahhotep (recopiladas por su nieto Ptahhotep Tshefi) a sus sucesores para que desempeñaran sus funciones con honradez, y que son aplicables a todos los hombres (sistema piramidal de convivencia egipcia) pora ofrecer un ejemplo educativo al pueblo en general.

La Familia

“Si tu hijo comete injusticia, si no obedece tus deseos, si abandona la disciplina, si sus hechos arruinan tu casa, si protesta por todo lo que dices, échalo, puesto que no es tu hijo, no ha nacido de ti.”

La autoridad moral del padre de familia es el reflejo de la autoridad moral del Faraón, que por evolución espiritual y conocimiento representa la Ley o Orden Divino. El hijo, el pueblo, debe respetar la armonía evitando la codicia.

El matrimonio es célula social y fuente de felicidad, basado en el amor, la comprensión y la fidelidad, se extrapola a la convivencia social que no debe romperse por un placer momentáneo de los sentidos, la aventura intrascendente, so pena de exilio (peor pena que la muerte para un egipcio era ser alejado de los dioses)

La Verdad (Filosofía)

“Ciencias y conocimientos son una bendición para quién los entiende, una maldición para el que los aparta de sí”. “Es necesario no vanagloriarse nunca del saber y del ser letrado, puesto que el arte no tiene límites y ningún artista alcanza la perfección”.

La educación era para aprender a vivir en sociedad y vivir en el Amenti, en contacto con los dioses, era trascendente.

Este desarrollo cultural deriva en un acercamiento a la Verdad, que todo hombre debe buscar como deber ante la Humanidad de trasmitir los conocimientos.

Aprender no es innovar, “guárdate de descubrir las ideas que bullen en ti, pero enseña con el método de los sabios”; y aconseja que para llegar a la sabiduría se comience con la humildad de saber escuchar para poder hablar debidamente en su momento, “solo después de haber escuchado con cuidado se será un virtuoso capaz de hablar a la posteridad y de ser comprendido”.

La Moral (la decadencia)

“Los que hayan pensado con sabiduría y hayan escrito para la posteridad, vivirán para ella; su recuerdo no se marchitará en los hombres si sus enseñanzas son bellas. Cada uno de sus pensamientos seguirá vigente como algo inolvidable y realzará la cultura de los grandes”

La decadencia moral coincide con la del propio estado: el esfuerzo cede a lo heredado, la virtud es apenas no abusar, la caridad afectada protección y el amor se expresa como temor; el faraón un noble más y el culto vacío y formal.

Tanto en el medio, varias veces, como al final hay un drama; los ciclos se repiten (¿hoy siglo XXI?) pero nos dejan una experiencia positiva: Si reconocemos el mal, es posible combatirlo y recuperar el bien. Si Egipto pudo levantarse varias veces, se puede en base al legado de todos los sabios que nos han precedido.